BAGDAD.- El Ejército iraquí centró todos sus esfuerzos en la ofensiva lanzada para arrebatar a los insurgentes el control de la ciudad de Tikrit, a 170 kilómetros al norte de Bagdad y cuna del fallecido presidente Saddam Hussein. El portavoz de las fuerzas armadas, general Qasem Ata, afirmó que las fuerzas avanzaron hacia Tikrit, capital de la provincia de Saladino, lo que llevó a los “terroristas a huir de forma masiva”.
Ata precisó que entre el viernes y ayer murieron decenas de combatientes rebeldes en los combates en zona, pero no dio cifras de cuantos muertos hubo en las filas del Ejército. En los combates habría muerto el líder yihadista Abu Abdel Hadi.
En la ofensiva utilizan tanques y vehículos blindados, mientras que la aviación está bombardeando posiciones de los yihadistas del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS). Según militares, las tropas llegaron a las afueras de Tikrit y controlan la sede del gobierno. Pero fuentes tribales y testigos negaron que las tropas se hayan acercado hasta ese punto y explicaron que los insurgentes controlan la carretera que une Tikrit con Samarra, paralela al río Tigris.
De acuerdo a esas últimas versiones, las fuerzas leales al gobierno del chiita Nuri al Maliki están enfrentándose a los insurgentes en la localidad de Makishifa, a solo 12 kilómetros de Samarra. Hace dos días, las fuerzas de seguridad iraquíes dijeron haber recuperado la universidad de Tikrit y varias aldeas próximas al norte de esa ciudad.
Los insurgentes controlan varios lugares de Tikrit, incluidos algunos palacios de la época de Saddam, y ejecutaron a cientos de soldados y civiles, acciones que la ONU calificó de “crímenes de guerra”. La organización Human Rights Watch (HRW) aseguró haber identificado dos sitios donde el ISIS masacró a entre 160 y 190 hombres.
En Mosul, ciudad tomada el 10 de junio por los yihadistas, el Ejército atacó por aire varios de sus barrios, resultando muerto Omar al Ahmed, un antiguo jefe militar del anterior gobierno. Junto a los yihadistas combaten seguidores del ilegalizado partido Al Baaz, de Saddam, y combatientes tribales sunnitas que aseguran ser discriminados por el actual gobierno.
Las operaciones también prosiguieron en la provincia occidental de Al Anbar, feudo del ISIS, que pretende crear un califato islámico en Irak y Siria. Sus avances alarmaron a países vecinos como Jordania y Arabia Saudita, mientras que Estados Unidos llamó a los rebeldes sirios a contener a los extremistas, contra quienes también combaten en el noreste de Siria.
Estados Unidos reconoció que está utilizando aviones no tripulados armados (drones) para proteger su embajada en la capital, pero aun no autorizó a que bombardeen a los insurgentes, tal como lo pidió Al Maliki. El secretario de Estado, John Kerry, insistió en que para lograr respaldo internacional, Irak debe formar un gobierno de unidad nacional. (Télam)